Don Bernardo Recabarren, en su infancia, navegaba por mares de fantasía a bordo de un simple barquito de papel. Sus aventuras lo llevaban por cada rincón de nuestro largo y angosto país, descubriendo la riqueza de sus costumbres, comidas y tradiciones. Este espíritu explorador y creativo es el legado que hoy inspira a los estudiantes. En las aulas, los niños recrean esos viajes, construyendo su propio mapa de Chile a través de juegos y aprendizajes significativos. Gracias a la guía de las maestras y el apoyo de las familias, los pequeños navegantes descubren la magia de la geografía, desde las alturas de los Andes hasta las profundidades del mar. Se compartió una inolvidable jornada de Prebásica.